miércoles, 17 de noviembre de 2010

Nuestra antigua playa.





Estoy sentada en la blanca arena de la playa, mirando algún punto fijo perdido en el infinito del mar. En la playa de ayer. Todo ha cambiado aquí, nada es igual que ayer. Las fuertes olas golpean ferozmente contra las rocas, el agua, más fría de lo normal humedece la arena y hace que sienta frío por todo el cuerpo. Ya no hay castillos de arena a mi al rededor.  El sol no me hace compañía, se esconde tras unas grandes y grises nubes que no dejan escapar un solo rayo tímido. Los pájaros tampoco cantan, ni si quiera ellos quieren acompañar hoy a mi cuerpo, ahora tumbado, ni a mi solitaria mente que vaga sin rumbo fijo por cualquier lugar en busca de un poco de felicidad. Tú ya no estás. Cuando te fuiste supe que sentiría toda esta soledad, rompiste tus promesas, abandonaste mi mundo dejándolo totalmente en ruinas y no me ayudaste a reconstruirlo. Ya no estás cuando necesito llorar, tampoco me hiciste reír una sola vez más. Pero eso, ahora ya da igual, esta playa ahora está desierta, la que un día fue nuestra playa, ahora ya no tiene dueño. Ha comenzado a llover, las nubes lloran a  mi compás. El viento sopla cada vez más fuerte, desatando su furia con la indefensa arena que no hace más que volar y chocar contra mi cuerpo. El agua ha dejado de mojarme los pies para mojarme prácticamente entera y salpicar fuertemente todo mi cuerpo. Debería levantarme, pero algo me lo impide, no tengo fuerza suficiente. Seguiré aquí tumbada hasta que, el agua sepulte mi cuerpo bajo esta desierta playa.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Perderé mil batallas.

Intento evitar el pasado, ciñéndome a vivir en el presente, anclándolo al suelo. A causa de ello, he entablado demasiadas batallas contra ‘él’, que no son ni la mitad de las que todavía me quedan por luchar. Venceré algunas de estas batallas, dejando atrás los recuerdos que caigan con ella. Sin embargo, perderé muchas más de las que ganaré, haciendo que miles de recuerdos embarquen hacia mí, haciendo que una pequeña locura se abalance sobre mi débil cuerpo cada vez un poco más, derrotándome con cientos de palabras e imágenes que se hacen con el control absoluto de mi mente, cada vez con más agilidad y rapidez. Miles de sueños desvanecidos, convertidos en viento, que vuelve a mi mente, rodeándome de un pequeño mar de lágrimas en el cual no sé nadar. Perderé mil batallas, y no saldré ilesa de ellas. Me rodearán mil recuerdos. Sin embargo, puede que, ganando solamente una entre todas ellas, pueda considerar haber ganado la guerra. Perderé mil batallas, me rodearé de mil recuerdos, me sentiré vencida solamente al no conseguir esa única batalla. Perderé mil veces y sin embargo, no me rendiré hasta conseguir vencer. 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Él, de pelo negro y ojos claros.

Pelo negro y ojos claros. Peculiar forma de andar, y extraño acento al hablar. Que hace que mi mundo se mantenga en pie simplemente al respirar, al existir, como el de muchas más. Príncipe soñado de cualquiera que ansie enamorarse de un extraño. Pasado de cientos de niñas enamoradas que le han visto desaparecer, sin más, entre sus brazos; presente de muchas otras que dicen amarle; y futuro de miles más que se enamorarán, sin quererlo, de él, ese niño, este adolescente, ese adulto, que tras cada uno de sus pasos abandonará, como ya ha abandonado, cien corazones, dejándolos tirados en el suelo, en trozos, repartidos cada uno en un lugar. Él, sabio conocedor del mundo,a causa de tantos y tantos viajes realizados ya. Ansiados por damas de todos los lugares en que es conocido. Que coleccionará un pedacito de mi corazón junto a todos los demás, olvidándose de a quien perteneció antes de a él. Mezclando nombres, fechas y lugares de los miles de paraderos donde ha detenido su viaje. Él, insaciable jugador, que no se cansa de amar y ser amado. Desconocedor de la sensación del dolor, pero, causante de este demasiadas veces. Ajeno a tantos sentimientos, caminando alrededor del mundo, portador, en su mochila de miles de corazones ya sin dueño.Él, capaz de enamorar a cualquiera con el simple hecho de mirarle, de existir. Capaz de animar el momento más muerto con el color de sus ojos. Capaz de hacer reír por la simpleza más tonta que puedas imaginar, por el mero hecho de que él, sonríe junto a ti.Él. Pelo negro y ojos claros. Amor de muchas niñas que han aprendido a crecer por él. Extraño niño de pelo negro y ojos claros.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Podría...

pasarme minutos abrazada a ti. Podría tirarme horas entre tus brazos, bajo las pocas estrellas de este cielo. Podría responderte, al igual que tú, con miles de palabras de amor, con miles de 'te quiero', uno, cada segundo que estés a mi lado. Podría besar tus labios cada vez que note estos cerca mía; y escuchar el latido de tu nervioso corazón cuando me juntas a tu pecho. Quizás, podría compartir miles de sonrisas contigo, si mi mente me dejara. Sin embargo, en lugar de todo esto, lo que hago es apartarme, abrazarte pero para no dejarte ver mis lágrimas mientras las seco, responderte con un 'te quiero' seguido de un ' lo siento' , besarte, y acto seguido apartarme y mirarte a los ojos con una mirada lastimosa. ¿Un motivo? Quizás, el miedo; quizás, la duda... quizás, miles de cosas se me amontonan en mi mente, ahora, nada me deja pensar. Pero, hay algo que tengo claro. Lo siento.
Y mientras, mis ojos ocultan las lágrimas que quieren escapar, y mi pulso retumba mil veces seguidas en mi mente, no dejo de pensar, en esas dos palabras. Te quiero.

-No dudes, que aunque ni si quiera yo misma me aclare, te quiero.-
'Me encanta tu forma de hacerme sonreír, incluso, en el momento más tenso entre los dos, y, de hacer de nuestro trato el más real. Gracias.'

martes, 2 de noviembre de 2010

'Nunca jamás'


Veo como el tiempo, pasa por mi lado, oculto tras la luz del sol y la fría oscuridad de la luna que narran la marcha de otro día más, dejando en cada uno de sus pasos un intento fallido de detenerlo o, retrocederlo. El tiempo, plasmado en las agujas de un viejo reloj de cuco, continua sin detenerse un solo segundo dejándome observarlo. El invisible tiempo pasa junto a mí, haciéndose ver. La vida continua, por todos lados, todo cambia a mí alrededor, mientras yo, hace ya demasiado que me detuve en ella, en un intento equívoco de detener conmigo el tiempo. En la falsa ilusión de ir a aquél mentido lugar donde todos y cada uno de los niños han protagonizado un sueño, aquél lugar llamado ‘nunca jamás’. Miles de ilusiones de infancia mezcladas simplemente en uno de tantos intentos de retroceder y volver a un tiempo donde, sin más, era feliz. Una idea imposible, la cual, ni en los sueños más reales, solo, capaz de existir en un conjunto de la imaginación de miles de niños capaz de crearlo, con la ilusión, de no crecer.

Quiero volver a ser esa niña que creía en 'Peter Pan' . Aquella niña con la ilusión de no crecer jamás.

- Enséñame a volar, y llévame de la mano a aquél invisible lugar situado en las estrellas, aquél lugar para no crecer jamás. -